- Desde el Club House por Charly Levi
Adolfo López Mateos y Carlos A. Madrazo Becerra, presidente de la republica y gobernador del estado, respectivamente, arribaron a las majestuososas instalaciones del nuevo estadio, a escasos ocho minutos de la una de tarde. Según crónicas de la época, el publico se había congregado desde temprana hora para recibir a nombre de la afición tabasqueña tan importante y significativa obra deportiva. El mexiquense y el tabasqueño, develaron la placa y la gente estallo en jubilo, habían sido testigos de tan memorable momento; acto seguido, los mandatarios ingresaron al inmueble e hicieron un breve recorrido para conocer las instalaciones entregadas; antes de que la comitiva abordara el autobús presidencial, en donde también venía el Secretario de Recursos Hidráulicos Alfredo del Mazo Vélez, no faltó el personaje vestido de guayabera blanca que gritó cuando pasaba el presidente de la nación, ¡Acaba usted de conectar un cuadrangular con las bases llenas, Señor presidente! Para los presentes en aquella ceremonia en el pórtico del nuevo estadio, la expresión se escuchó un tanto salamera o aduladora, sin embargo con el paso del tiempo, al transcurrir de seis décadas, se ha comprobado que la obra del “Centenario 27 de febrero de 1864”, apuntaló y confirmó a Villahermosa como un territorio fértil para detonar el beisbol profesional en la región, ya que solo habría que esperar once años para que llegara la LMB a Tabasco.
El salamero tenía razón. Para las cuatro de la tarde, ya con López Mateos volando a la capital del país, el “Ciclón del Sureste” regreso al “Centenario” para presenciar el duelo fraternal entre los Tigres del México y su equipo sucursal para la Liga Sureste que respondía al mote de Plataneros de Tabasco. “Chito” García le ganó el duelo fraternal a “Corito” Varona por score de 4-2. El Juego tuvo que ser acortado por la falta de visibilidad, así lo determinó el umpire Armando Rodríguez, ya que el alumbrado, ni siquiera aguanto entrega. Madrazo Becerra también fue testigo de eso.
LA PALMERA DE LA NOCHE TRISTE
Innumerables han sido los episodios con grandes batallas entre Olmecas y Diablos a través de los años en el hoy recordado y festejado “Centenario”. Los Escarlatas echaron a perder la celebración de la apertura del nuevo estadio el pasado primero de abril del 2023, al imponerse a Tabasco en partido de exhibición.
De inicio, los piloteados por varios años por el famoso “Pelón Mágico”, Benjamín Reyes, fueron el primer rival histórico de un juego oficial de la LMB en Tabasco, un 18 de marzo de 1975, cuando los efímeros Cardenales doblegaron 2 por 1 a los pingos ante un repleto estadio a escasos once años de existencia.
Sin dejar de mencionar aquella gran serie por el título de la zona sur que protagonizaron ambas novenas en el verano de 1993; Tabasco salió avante en la serie al imponerse 4 por 1 a los escarlatas, “calcinados” en el infierno tropical de la ciudad deportiva.
Relata la historia que una noche entre el último día de junio y las primeras horas del primero de julio de 1520, Hernán Cortes lloró su derrota en un Ahuehuete en la zona de Popotla en franca huida ante el embate de las tropas aztecas, quienes los expulsaron de la gran Tenochtitlán. En un suceso muy similar, pocos recuerdan que una noche calurosa de julio de 1979, los Plataneros de Raúl Cano, completaron una dolorosa barrida a los Diablos en el “Centenario” para dejarlos fuera de la postemporada y enfilar a los tabasqueños a sus primeros juegos de play offs. Contaba este redactor con apenas con 12 años de existencia, y me tocó ver a “Cananea” Reyes a punto del llanto al finalizar la serie, mientras se recargaba en una de las muchas palmeras que existían en las afueras del estadio; los aficionados festejaban la hazaña del equipo local ante la tristeza del piloto rojo. A los dos minutos llego el “Abuelo” Mora, famoso bat boy escarlata, quien lo acompaño para que abordara el autobús del equipo. Un día más, un día menos