- En la opinión de María Fernanda Ávalos
Cuando florecen
los guayacanes y maculises,
es Villahermosa
la más hermosa de las ciudades.
Manuel Pérez Merino
“Tiempo de beisbol, calor y estadio, pretemporada rítmica, hombres peloteros” a media noche, la letra y música de Manuel Pérez Merino me canta al oído por los audífonos mientras edito las fotos de un día más de pretemporada, donde a los viejos conocidos de la afición les tomo fotos desprevenidos y a los nuevos, les fildeo una sonrisa desconocida. Pero estas tardes de pretemporada, son como dice la canción, remansos tranquilos de rara belleza.
El itinerario de pretemporada, siempre nos acompaña con el florecer del Guayacán. Cerca del estadio, en los alrededores de la Ciudad Deportiva, este árbol deja caer sus hojas con un amarillo muy parecido al de los postes de foul y eso indica que ya llegó el amanecer del beisbol con su ir y venir, con sus visitas constantes al aeropuerto para recibir a los jugadores, con sus mañanas calurosas de mini camp donde tenemos que preguntarle a alguno de nuestros bat boys “¿Y ese quién es?, ¿cuando llega fulanito?, ¿qué sabes de perenganito? porque cada temporada, el beisbol llega triunfal (como la feria).
Y después de pasar esas tardes tranquilas en el estadio, siempre nos toca salir de casa y la añoranza del infierno verde nos llama. Es bien sabido que los juegos de pretemporada sirven para poner en práctica la teoría y como todo Tabasco es territorio beisbol, algunos municipios se interesan en llevarnos a los juegos de preparación a sus estadios y el paisaje es una verbena que explota al grito de play ball. Señores con sombrero de palma se arremangan las camisas mientras aplauden al pitcher que logra el ponche y las mujeres le rechiflan al ampayer, como ya es tradición. Qué decir de los niños que a esa hora están saliendo de las escuelas y se asoman por las mallas del diamante, esperando que alguna pelota caiga entre sus manos, para llevar un nuevo sueño a casa.
Este año, Cárdenas, Huimanguillo y Macuspana serán los municipios que visitaremos dentro del Estado y regresar al estadio de este último en lo personal es una parada obligada para recordar hacia donde vamos como equipo. El famoso “Tumbapatos” ese al que nadie le apostaba ser nuestra casa en esa temporada del 2022, siempre me traerá recuerdos de una afición siempre de pie pese a las tardes lluviosas a la mera hora del juego, a nuevos aficionados que llegaban desde horas antes para platicar de como ahora tenían “algo que hacer” todas las tardes y a la que siempre les debemos un agradecimiento. Aunque también, saldremos fuera del territorio tabasqueño-beisbolero con la promesa de volver con ustedes, donde el pueblo canta, el sol nos quema, sube la fiebre y se van las penas cuando llega la temporada.
Y bueno, he de decir claramente que descompuse la letra de Primavera Tabasqueña, así como se descompone en mil cristales el cielo de Villahermosa, porque es casi imposible no hablar de Tabasco y pensar en una canción. Casi cualquier momento de nuestra historia como tabasqueños está escrita en una canción y cuando llega la primavera, el beisbol despierta el alma del tabasqueño.
AGRADECIMIENTOS
El virtuosismo del Mtro. Manuel Pérez Merino en Grabaciones al piano del Cantor de Grijalva perdura en el tiempo y forjó desde ese tiempo, que opino sigue siendo un tiempo interminable, la tradición en canción de un pueblo que siempre vuelve a sus raíces Por eso, gracias a su legado musical que se sigue escuchando incluso a media noche para recordarme que los Olmecas somos herencia y una cultura que siempre debe regresar a la tradición popular.