- Desde el Club House, por Charly Levi
Ser umpire en cualquier liga de béisbol, no es una tarea sencilla, y mucho menos lo era en el viejo “Centenario” cuando el respetable no compartía la desición de alguno de los llamados “hombres de azul”, que por cierto, hoy día ya no portan la indumentaria de este color. Alguna vez el famoso maestro de la crónica beisbolera Oscar “Rápido” Esquivel recomendó que sí alguien tenía un enemigo, una buena forma de castigo o venganza, era meterlo a la función de umpire. En esta entrega recordaremos a un notable grupo de umpires que pisaron alguna vez el diamante del “Centenario” en los primeros años de LMB en Tabasco. Vamos a empezar con el legendario umpire cubano Armando Rodríguez, quien fue llamado para sancionar el partido entre los fabulosos Tigres y el representativo de Tabasco en la vieja Liga del Sureste el 27 de Febrero de 1964. Por cierto, Don Armando se vio obligado a suspender dicho partido en la octava entrada debido a que el alumbrado del nuevo escenario, simplemente no funcionó. Asimismo, y tras retirarse como jugador, otro personaje cubano tuvo una gran trayectoria como umpire, nos referimos a Roberto “Musulungo” Herrera, quien militó por diez campañas como pelotero. Enrolado ya como umpire para la temporada de 1977 cuando aparecieron los Plataneros.
La dinastía de los Saiz, también fue parte de las tripletas que llegaron a sancionar los encuentros en el “Centenario”; nos referimos al original “hombre lobo”, Don Víctor Saiz, y sus hijos Humberto y Víctor, identificados por la afición como los “lobitos”. Jesús Monter, miembro del salón de la fama, quien acaba de estar en Villahermosa, también fue parte de aquella constelación de estelares umpires, años más tarde también su hijo, de nombre Carlos Alberto, se integró a esta noble actividad. Recordamos también a jueces de gran renombre como Don Ismael Ruiz, Juan Hernández, quien cantaba los strike con voz de tenor, además de Rafael y Antonio Calderón, Salvador Santoyo, Francisco García Jácome y Efraín “Chino” Ibarra, sin dejar de mencionar a Fernando Guerrero, quienes estuvieron varios años aportando sus amplios y valiosos conocimientos en materia de la aplicación de reglamentos en el terreno de juego. El tapatío Vicente Aceves, quien compite por ser considerado al Salón de la Fama, fue también un notable umpire por muchos años, convirtiéndose al final de su carrera en instructor de jóvenes en diversas ligas en territorio nacional. A principios de los 90’s, Aceves vino a Tabasco para hacerse cargo de la Liga Tabasqueña en donde pudo desarrollar también a nuevos umpires para el béisbol mexicano.
Luis Alberto Ramírez, ha realizado una extraordinaria carrera por varios años, siendo electo al Salón de la Fama en marzo pasado, luego de aparecer en muchas series por el título, incluyendo la de 1993, entre Tabasco y Dos Laredos, junto a Humberto “Lobito” Saiz, entre otros. Salvador Viera, es también una pieza fundamental en la estructura del desarrollo de nuevos umpires dentro de la LMB, además de realizar un destacada función en la coordinación de las revición de jugadas en el denominado “video ampayeo”. Finalizamos este breve recuento de figuras de los denominados “hombres de azul” con el umpire tabasqueño Angel Gustavo Zubieta Valenzuela, mejor conocido como “Gello” Zubieta, a quien bautizaron como el “Canguro” por sus espectaculares saltos que realizaba en el home plate para marcar un out o un tercer strike. Zubieta Valenzuela solo estuvo seis campañas en el circuito pero dejo un grato sabor de boca entre los aficionados y los propios jugadores, llegando a escenificar un gran número de broncas, algunas con timoneles como Gregorio Luque y Benjamin “Cananea” Reyes.
En la campaña de 1983 fue designado como el “Umpire del Año” por parte del Círculo de Cronistas de la hoy CDMX.
El nativo de Tenosique fue invitado también para ir a trabajar a la pelota de República Dominicana, tras haber recibido dicho galardón. Un día más, un día menos!