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LOS “CAMACHO DE LA DESTRUCCIÓN” Y LOS DUEÑOS DE LA “BIG MAC”

  • Desde el Club House por Charly Levi

Si los Cincinnati Reds habían traído dentro de sus filas grandes figuras de época en 1964, los San Diego Padres no se quedaron atrás en lo que significó la segunda visita de un club de MLB al estadio Centenario. Aquel 13 de marzo de 1980, representó la segunda y última visita de un equipo de las Mayores a Tabasco. Los Frailes, dirigidos por Jerry Coleman se impusieron 4-2 a los Plataneros de Don Julián Manzur en un partido a casa llena en el inmueble de la Ciudad Deportiva, al iniciar aquella campaña identificada por el movimiento Anabista.
De regreso con Plataneros, el legendario Alfredo “Zurdo” Ortiz fue designado por Raúl Cano para treparse a la loma por los de casa, manteniendo el duelo con los abridores californianos hasta que el boricua Willie Montañez marcó la diferencia con imparable remolcador. El estelar Rollie Fingers era parte del pitcheo de los Padres, además del gigantón Dave Winfield, “El Mago” Ozzie Smith, el mexicano Aurelio Rodríguez y el veterano receptor Gene Tenace, además del conocido Von Joshua, quienes además conformaban el roster de San Diego hace 43 años. Los Padres, cuyo propietario era el también dueño de McDonalds, Ray Kroc, vinieron a Villahermosa cuando aún faltaban muchos años para la llegada de su famosa franquicia de comida rápida a la entidad. Kroc, quien falleció en enero de 1984, ya no pudo ver cómo sus Padres obtuvieron el cetro de la
LN, para luego sucumbir en la Serie Mundial ante los Detroit Tigers.

EL DÍA QUE “LOS CAMACHO DE LA DESTRUCCIÓN” ACABARON CON LOS REDS.

Son diversas las travesuras que consiguieron a través de los años los denominados “Camachos de la Destrucción”, combinación letal que detonaba la ofensiva de aquellos Pericos de Puebla de 1963, campeones de la LMB, comandados por el cubano Tony Castaño; nos referimos a los dos huéspedes del Salón de la Fama de nuestro beisbol, Ronnie Camacho (Empalme, Sonora) y Moi Camacho (Tlahualilo, Durango). Una de sus tantas travesuras, fue la de definir con la madera, aquel histórico partido en el recientemente inaugurado “Parque Centenario del 27 de febrero”, ni más ni menos que contra los Cincinnati Reds, un viernes 20 de marzo de 1964, ante un repleto estadio. Al frente del tradicional equipo de Cincinnati, vino Fred Hutchinson, quien manejó buena parte de la campaña regular, dejando su lugar por contundente enfermedad al coach Dick Sisler. Lamentablemente, en noviembre de 1964, Hutchinson perdió la batalla contra el cáncer.
Por los poblanos abrió en la loma Mauro Ruiz, quien lanzó siete estupendas entradas, al permitir la solitaria anotación de los Rojos, debido a un wild pitch, lanzamiento que no pudo controlar el receptor Lupe Cancino cuando el formidable Vada Pinson (CF) corría por la antesala embasado por imparable. En el roster de los de la Nacional, estuvieron también figuras que despuntaban como Pete Rose (2B) Tany Pérez (1B) y el experimentado Frank Robinson (LF), además de los serpentineros Jim O´Toole y Jim Maloney.
La victoria fue para los verdes emplumados por score de 2-1 en diez trepidantes episodios. Con la pizarra 1-1, Ronnie colocó doblete y acto seguido, Moi lo mando al pentágono al imitarlo con hit de dos estaciones en el episodio diez, de esta forma se definió el primero de tantos juegos de entradas extras que se han acumulado con el paso de los años en nuestro querido escenario beisbolero. Cincinnati vino a Tabasco con la intención de efectuar dos partidos contra Puebla, pero un torrencial aguacero el sábado 21 de marzo evitó que esto sucediera.
Un día más, un día menos!