- Desde el Club House por Charly Levi
Las crónicas de la época reportan que fue una tarde soleada en la vieja San Juan Bautista. Y a propósito de aviones Presidenciales, “El Insurgente”, nave donde viajaba Adolfo López Mateos aterrizó puntual en el Aereopuerto de Villahermosa al filo del medio día.
Para entonces, cerca de diez mil fanáticos abarrotaban ya desde temprano el nuevo inmueble deportivo para ser testigos de tan importante suceso.
El Presidente de la Republica, invitado de honor, hizo su arribo a las inmediaciones de la Ciudad Deportiva, 8 minutos antes de la una de la tarde de aquel jueves 27 de febrero de 1964, acompañado del Gobernador del Estado, Carlos Alberto Madrazo Becerra y de una nutrida comitiva con personajes del deporte, pero sobre todo de gente ligada al beisbol.
Una vez develada la placa, mediante la cual se entregaba simbólicamente al pueblo de Tabasco un moderno y funcional escenario beisbolero, acorde a las exigencias de la gran afición tabasqueña en aquella época, tuvo verificativo por la tarde de aquel doblemente histórico día, el primer partido sobre el diamante del “Parque Centenario 27 de febrero”:
Los fabulosos Tigres del México con el gran “Chito” García al frente, se enfrentaron a los jóvenes del equipo Tabasco, sucursal de los propios felinos en la Liga del Sureste, novena dirigida por “Corito” Varona. El score final favoreció a los capitalinos 4-2 con pitcheo ganador de Jesús Robles en un partido que tuvo que ser acortado a ocho episodios, ya que finalmente el alumbrado del estadio, ni siquiera aguanto entrega, así que el experimentado umpire Armando Rodríguez, una de las diversas figuras que participaron en el evento, se vio obligado a suspender las acciones. Innumerables han sido las hazañas, de las cuales nuestro querido «campo de los sueños», hoy rodeado con nuevas y funcionales instalaciones, ha sido mudo testigo a lo largo de seis décadas de una rica y extensa historia beisbolera en donde se han jugado partidos de Liga del Sureste, Liga Tabasqueña y por supuesto, desde 1977 a la fecha de manera ininterrumpida la casa de los Plataneros, Ganaderos y los Olmecas, considerando también a los efímeros Cardenales de Tabasco que solo jugaron la campaña de 1975 en la entidad. Aquella breve estancia de los Pájaros Rojos, cuyo manager inicialmente fue el cubano “Panchon” Herrera, fue suficiente para despertar la gran pasión que desde siempre se ha vivido por el beisbol en nuestro estado. Sucesos que van desde la misma visita presidencial de López Mateos, hasta la hazaña de los Olmecas de 1993 que lograron el título de la LMB; los Rojos de Cincinnati y los Padres de San Diego son los dos equipos de grandes ligas que han jugado sobre el diamante del Centenario en 1964 y 1980. Sin lugar a dudas para muchos tabasqueños, es el estadio Centenario la alcancía de nuestros grandes recuerdos beisboleros. 60 años han pasado de aquella concurrida inauguración, hecho que sin lugar a dudas, fortaleció la identidad colectiva de los tabasqueños. Un día más, un día menos!
