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“Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.

  • En la opinión de Chelsea Guzmán

Una de las cosas que más me gustan de febrero es que cada vez se siente y huele más a beisbol y casi podemos escuchar el “¡Hagan una bulla!” al unísono de todos los fanáticos que nos regalan su presencia en el estadio.

Desde que finalizó la temporada del 2023, la directiva de los Olmecas ha ido buscando la forma de seguir mostrándose como un equipo referente en muchos aspectos, desde los esfuerzos de marketing, relaciones públicas, redes sociales y claro, también deportivamente hablando; y toco este punto porque como dicen por ahí: “Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”, y no puede haber mayor razón en ello.

Un equipo/institución deportiva se maneja quizás un tanto diferente al ser una organización dedicada a ofrecer un espectáculo, en donde bueno, en este caso se requiere ser un equipo competitivo para poder ver cada butaca ocupada por todos aquellos fans que se dan cita día con día al parque, pero para que esto suceda hay que moverle por todos lados.

Esta columna va hoy dedicada a explicar desde mi punto de vista el porque es tan importante como fanáticos del deporte aprender y poder separar las acciones que se hacen en cuestiones de marketing y publicidad contra la parte deportiva, que repito esta última es de suma importancia, pero al final del día aunque todo va de la mano, cada departamento es un ente y opera diferente.

Hace unos días se dio a conocer que este año 2024 en el marco de la serie inaugural ante los Piratas de Campeche, se contará con la presencia de Dusty Baker, quien cuenta con una gran historia y experiencia en MLB y recientemente fue manager campeón con los Astros de Houston; claro para este año se debía tener alguien del calibre de quién nos visitó en 2023, que como saben, fue nada más y nada menos que Mariano Rivera.

Diversos comentarios me llaman la atención debido a la negatividad que presentan, diganme ustedes: ¿En qué momento traer a Baker te hará ganar o perder juegos? A veces sonamos un poco ilógicos porque aquí una cosa nada tiene que ver con la otra. Es cierto que todos queremos ver un equipo competitivo, un equipo que pelee, y para ello el área deportiva hace su chamba.

Este 2024 se verá marcado por algunos cambios significativos, uno de ellos y el que creo que mayor conversación y polémica ha generado es la cantidad de jugadores no nacidos en México que podrá tener cada equipo.

Y es aquí donde surgen numerosas preguntas: ¿Qué pasa con el talento mexicano? ¿Por qué se empeñan las directivas en “desbaratar” a los equipos qué se tenían? ¿Por qué anuncian otro jugador de cuadro? ¿Cuándo llegará el cuarto bat qué queremos? ¿Y dónde está el pitcheo? Y un sinfín más de preguntas que puedo seguir mencionando.

Todas estas preguntas son válidas, y también obvias de hacer porque es verdad, mucho se habla del talento mexicano, y hay equipos que cuentan con ellos en mayor número de jugadores  mexicanos que otros, pero mucho del talento que se habla esta en desarrollo y todos aquellos que mencionan que se pueden encontrar en los municipios, sí, sí hay, pero no todos cumplen con los estandares de LMB, o incluso muchos todavía necesitan seguir desarrollándose y eso se lleva su tiempo, como dirían, no son enchiladas; y al ser una liga que de unos años para acá está en constante crecimiento se busca que la calidad de lo que se ve en el terreno siempre esté en aumento, cosa por la cual considero se tomo la decisión de al momento ampliar la cantidad de jugadores no nacidos en México y año con año deberá aumentar la cantidad de jugadores nacidos en territorio nacional esto buscando impulsar a que todos los clubes busquen el desarrollo.

No es de extrañarse tampoco la cantidad de foráneos que veremos en LMB, cuando el circuito más importante que es Major League Baseball (MLB), en 2023 arrancó su opening day con 269 peloteros no nacidos en los Estados Unidos esto refiere casi el 30% de este universo de pelota; entiendo que puede entristecer ver la partida de un jugador que ya se había convertido en tu favorito, pero en este negocio como lo es el beisbol, siempre pasa, siempre se hacen movimientos de acuerdo a las necesidades que se tienen después de cada evaluación que se hace cuando cae el out 27 para la oficina.

Es difícil separar acciones de cada departamento, pero creanme, el hacer tiktoks con jugadores, el traer invitados a los días inaugurales o subir memes en redes sociales no hacen que el equipo pierda en el terreno, se pierde por simplemente no jugar bien ese día o porque no se dieron las cosas o nunca llegó el batazo oportuno; ¿Duelen las derrotas? Claro, y a mí me duelen bastante, pero no puedo no mirar y aplaudir las acciones que se toman alrededor del equipo todo con intención de conectar con el fanático y ofrecerles una experiencia diferente.

Ánimo, ya casi empezamos y ojalá den una oportunidad siempre a lo que no sólo nosotros sino todos los clubes buscamos realizar para que siempre veamos los estadios llenos.