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Generación de diamante

  • En la opinión de María Fernanda Ávalos

“La clave está en captar el talento de los jóvenes que llegan y unirlo a la experiencia de los que nos ponemos a un lado o salimos de nuestro negocio.”

Pedro Pérez

Recuerdo esas tardes de sábado donde terminaba de grabar un programa de radio para irme corriendo a Televisión Tabasqueña para tomar clases de periodismo deportivo con Martín Padrón al lado del piano de Manuel Pérez Merino en los pasillos de la televisora. Después de la primera cátedra, claro que me dejó tarea. “Escoge tres deportes para hablar el siguiente sábado” y aunque había practicado ya muchos en mi infancia y adolescencia, regresé con tres al azar: futbol, boxeo y lucha libre, ¡vaya curiosidad! que el beisbol nunca estuvo en mis opciones. Las vueltas que da la vida, María.

Y cada sábado entendía que cada deporte es un universo diferente. Protagonistas, reglas y glosarios que el periodista debe traer consigo y que en 33 años de carrera, Martín Padrón ha sabido llevar a su estilo en los distintos medios de comunicación como director, conductor, cronista y claro, periodista, y como dice la frase “honor a quien honor merece”  previo al primer juego de la serie contra Guerreros de Oaxaca, la directiva del Club Olmecas lo distinguió en el lanzamiento de primera bola y fue invitado a narrar, como en los viejos tiempos, las hazañas olmecas junto a Hiram Berman, Charly Levi y Dioscórides Zurita.

“Lic, ¿qué se siente que Olmecas lo reconozca cuando ya fue su cronista?” y el orgullo y añoranza se asomó en sus ojos para decirme “Me sorprendió, nunca había pensado que pasaría” y así bajamos al terreno para hacerle una entrevista. Ahora me tocó estar del lado de quién pregunta y aunque he tenido pláticas con él, nunca había entrevistado a quien fue mi sensei en el periodismo deportivo. Porque siempre he pensado que esas clases sin saberlo, me prepararon para el reto Olmecas de Tabasco. Y entre preguntas, esta me saltó de pronto “¿Qué pasa con el relevo generacional?” es decir, reconozco a quienes hoy están en la escena del periodismo deportivo en Tabasco, que son pocos, pero el mañana necesita nuevas voces, nuevas opiniones y nuevos nombres que le den voz a los deportistas. La nueva generación. Y me respondió que hay talentos escondidos que deben ser leídos, escuchados, vistos, pero que deben trabajar con sacrificio, respeto y sin perder la objetividad y la nobleza de un deporte.

Y vino a mi mente uno de los jóvenes que trabajó desde que era un niño en la XEVA y que descubrí mientras encendía la radio para encontrar “algo bueno que escuchar” y su voz no me hizo cambiarle a otra estación. Sonaba como uno de mis periodistas favoritos de la escena nacional pero algo no me cuadraba, estaba hablando de deportes, así que dije “no, ese no puede ser” y me quedé escuchando durante un hora los resultados del futbol mexicano, de los deportistas tabasqueños que se encontraban en competencias nacionales, y de como Olmecas había vencido al rival, porque quería saber a quién estaba escuchando. Al final de la emisión, un tal Raúl Muñoz Barragán despedía el programa.

Quería conocerlo y sin saberlo, Olmecas cumple sueños y un día de abril, alguien tocó la puerta para pedir una silla. Me encontraba en la cabina de espaldas y cuando reconocí la voz, lo miré con admiración sin comprender como de ese jovencito podía salir una voz tan excepcional. Tan clara y poderosa que debía ser escuchada. Hoy me siento muy afortunada, porque no solo conocí la voz que escuché una tarde, sino al joven que se convirtió en uno de mis mejores amigos y por los incondicionales, lo que sea, así que logramos un sueño y pudo ser, por su talento como siempre le digo, ser cronista de Tigres en el inicio de la temporada pero como lloriqueo mata talento, y por desgracia de un favor de esos que pesan, un nuevo “cronista” llegó a los bengalíes. Léanse bien marcadas las comillas, porque con talento se nace y los sin gracia lo forzan. Como dijera Mary Baker, escritora estadounidense “El pecado hace su propio infierno y la bondad hace su propio cielo”.

Hay relevo generacional y como dijeran los del banco “hay talento, solo falta apoyarlo” de Martín a Raúl, hay estafetas que se entregan para continuar la historia de lo que se dice del deporte.