- En la opinión de María Fernanda Ávalos
Porque aquello por lo que has luchado
Lo vas a tener”
Carlos Rivera
Cuando colgué esa llamada y regresé a cabina para mandar a corte, apenas y pude alzar la mano para hacer una “C” con mis dedos. Me quedé viendo a Arturo fijamente todo el rato que duraron todos los comerciales, tratando de no dejar salir las lágrimas sin saber cómo iba a darle la noticia. Ignacio Sastré (en paz descanse y el que me hacía pasar corajes para después darme cuenta de lo que necesitaba saber en este terreno de juego) me había llamado para decirme “Oye ¿María Fernanda, verdad? Dice el jefe que mañana vengas al estadio, pues ya estás adentro, felicidades creo”.
Ya era parte de Olmecas y me tocó despedirme de la radio. Mis compañeros me llenaron de abrazos y de bendiciones con recomendaciones. Esperé a que terminara el noticiero y Arturo Bolio me agarró fuerte las manos, frías por el reto desconocido que me esperaba y con esa sonrisa que me da tanta paz me dijo “Frijolito con puerco, te voy a extrañar, pero ahora te toca estar en otro lugar donde nos volveremos a ver, porque los tabasqueños siempre, le entendamos o no al beis, siempre terminamos en el Centenario”.
Con siete hombres en la mesa, entré a mi primera reunión al día siguiente; hablaban de negociaciones con peloteros para armar un buen “line up”, de como se iba a mapear el estadio para la temporada post-COVID, de marcas y patrocinadores y de quien era “la niña” que estaba sentada en la mesa. “Pues la verdad, te elegimos porque eres la que no pidió las ‘perlas de la virgen’, la que casi no habló y la que se ve que no va meterse en problemas” alcanzó a decir Nacho y todos se rieron al mismo tiempo. Ahí estaba el detalle dijera Cantinflas. En terreno de hombres, me puse un casco de beisbolista y tomé turno al bate.
Mañana es ocho de marzo y las palabras que más leo son lucha, libertad, vivas y sin miedo. Aquí, fuera del terreno de juego, conozco a muchas mujeres que trabajan en Liga Mexicana que han construido con esas palabras, un camino para trabajar a la par en este medio, aunque mejor dicho, hemos construido. De forma personal, lucha y sin miedo han sido mis favoritas.
Porque luchar en este caso no es para mí sinónimo de pelear, sino de resistir. Y he resistido al que algunos me digan “No, no te puedes subir al autobús, aquí solo viajan los jugadores”, “No, quítate de ahí, le estás estorbando al manager”, “Siéntate mejor, te van a dar un pelotazo”, “¿Segura que sabes hacer eso?, “No le hables a los jugadores”, pero no me dejé, he luchado y ganado, trabajando en la misma trinchera, porque quiero igualdad y no competencia.
Y no a todos les gusta que, de forma metafórica, una mujer tome el bate pero como casi siempre, les voy a dar una respuesta desde la política. Mi frase favorita es y será por los siglos de los siglos ese lema de gobierno de Don Enrique González Pedrero “Hablarán los hechos” y si queremos hacer la diferencia como mujeres y abrir las puertas del estadio a más de nosotras, los hechos que se vuelven logros, hablarán para decir “sí se pudo”. También, soy fiel creyente del “no hagas lo que no quisieras que te hagan y respeta para que te respeten” así que cada una puede hacer la ecuación que le dé el resultado que necesita para continuar en este camino del rey de los deportes y ser reinas también. Aunque también, esto aplica para la vida en general.
Pero hombres, esto también es un llamado a misa para ustedes: ¿cuántas mujeres viven contigo?, ¿cuántas mujeres trabajan contigo?, ¿a cuántas has visto luchar por sus derechos?, ¿las has hecho callar porque no tienes la capacidad para dejarlas compartir metas contigo o les diste voz y oportunidades? Hoy no tengo una columna de estadísticas de juego, ni de memorias del Centenario, ni del porqué los Olmecas tienen un roster con más no nacidos en México.
Hoy tengo una columna que es para invitarlos a jugar en el mismo equipo, en todos los juegos de la serie y llevándolos a extra innings si es necesario para darle vuelta a la pizarra, dejando tendido en el terreno a quienes siguen diciendo “No, quítate de ahí que estorbas”. Las cosas han sido muy diferentes desde que se cambió el no por el sí.
Mañana es ocho de marzo, sigamos estudiando que es nuestro futuro el que se está escribiendo, sigamos trabajando que eso nos hará independientes, sigamos investigando para saber lo que hoy no se conoce, sigamos creando para alimentar los sueños, sigamos hablando para que nos sigan escuchando, sigamos caminando para que no se nos olvide hacia donde vamos, pero sobre todo sigan luchando para no tener miedo y hombres, únanse a la lucha. Dos es mejor que uno.
AGRADECIMIENTOS
Gracias Arturo, por bautizarme con ese apodo tan especial y hacerme recordar ese día tan importante cuando recibí la llamada.
Gracias a los que me dijeron que no, porque sólo así sé el valor que tiene un sí.
Gracias a Las Olmecas, más allá de los resultados, fueron un ejemplo para todos y el que no lo ve así que tome un turno al bate.