El día de abrir las puertas de la casa llegó. Un sábado diferente a muchos otros en el infierno verde se vivía desde antes del amanecer; con el ir y venir el primero de abril se inauguraba el Estadio Centenario 27 de Febrero con juego contra los Diablos Rojos del México.
Con casa llena, 7 800 aficionados para ser exactos, el centro ceremonial Olmecas volvía a cantar la voz de play ball el primero de abril del 2023. Previamente, en la explanada central del estadio, la placa que asentaba fecha, ciudad y representantes que daban fe de la nueva obra estaban sobre la tarima. El jefe del ejecutivo estatal, Gobernador Carlos Manuel Cerino Campos, la presidenta municipal del Centro, Mtra. Yolanda Osuna, el presidente del Tribunal Superior de Justicia en el Estado Licenciado Enrique Priego, el comandante de la 30 Zona Militar, general de brigada DEM Héctor Francisco Morán González, el presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado, diputado Emilio Contreras Martínez de Escobar, el expelotero Vinicio Castilla y en representación del Presidente de la República, el tabasqueño Adán Augusto López Hernández en su calidad de Secretario de Gobierno federal fueron los invitados especiales del anfitrión Gonzalo Medina, presidente del Club Olmecas.
Después de develar la placa, la comitiva se dirigió al centro del diamante para ver lanzar a la gran figura del beisbol internacional Mariano Rivera, quien fue ovacionado por la olmecamanía, asentándose como la ceremonia de lanzamiento de primera bola más inesperada pero en definitiva, la más recordada. Las ocho de la noche en punto y los dos equipos saltaban al terreno para terminar con una pizarra 2-0 favor los visitantes y cuando cayó el out 27 el cielo se iluminó con un ejército de drones que escribieron en el cielo “Por siempre 27 de Febrero”.
El show de drones, la pirotecnia y la afición fueron el inicio de una temporada que sería el inicio de un nuevo capítulo en nuestra historia, en un estadio al nivel que la afición pedía y marcaba el inicio de una de las temporadas más emocionantes que nos tocaría vivir en nuestro regreso al infierno verde.
